Respirar,
buscar nuestro latido.
Sentirnos queridos,
querer.
Hacer música y
vivir felices.
Vivir
Sólo a través del sentimiento podemos acariciar lo que supuso otrora la música.
Tras veinticinco años de carrera, ha reforzado su idea primogénita de que a través del estudio y la difusión del patrimonio musical antiguo se puede colaborar a que todos tengamos un mayor entendimiento del mundo, de la vida y del hombre, siendo la belleza de la música una expresión del elemento transmisor que ilumina su corazón y su inteligencia, siempre compartiendo, además de sirviendo a los demás con su dotación artística.
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